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Cuidado y almacenaje del kimono

Recomendaciones antes de vestirse:
– Lavarse las manos antes de tocar las prendas
– Lavarse el cuello, brazos, pies y el cuerpo es recomendable antes de vestirse.

Recomendaciones durante su uso:
– Es costumbre llevar pañuelos para evitar el contacto con el kimono, se usan para extenderlos sobre el regazo a la hora de comer, para limpiar posibles manchas o las manos.
– Cuando llueva usar un impermeable para proteger la seda del agua.
– Cuidarse de las manchas de comida.
– Al ir al baño, proteger las mangas y bajos del kimono de la suciedad de esta forma.

Kimono de seda:
– Después de su uso, dejar el kimono tendido, al menos un día, para que se airee de la posible humedad corporal. Nunca dejar que le dé directamente el sol.
– Una vez ventilado, verificar si hay manchas. Las manchas son un asunto delicado, la forma de lavar un kimono es descoserlo y lavar cada trozo de forma independiente para luego coserlos de nuevo, esta técnica se llama (hari-arai). Fuera de Japón no hay especialistas en esta materia y la mayoría de tintorerías no saben tratar estas sedas. Es posible quitar las manchas con una gasa empapada en bencina, primero rozar ligeramente la mancha y luego frotar suavemente (yo no he probado este sistema). Hay que tener cuidado con los colores que podrían correrse o descolorarse con el método, o incluso la bencina puede dejar una mancha.
– Para las arrugas planchar la tela, pero nunca directamente  sobre la seda, siempre colocar un paño.
– A continuación almacenar de forma adecuada en posición horizontal y doblado correctamente(ver punto almacenaje) y a ser posible en un tatoushi, que es un envoltorio de papel específico para guardar kimonos y obis, que los protege de los insectos y la humedad.

Kimono de lana
– Los kimonos de lana no son tan sofisticados como los de seda pero su cuidado es mucho más fácil.
– Después de su uso, dejar el kimono tendido, al menos un día, para que se airee de la posible humedad corporal y para ayudar a quitar las arrugas. Nunca dejar que le dé directamente el sol.
Una vez ventilado, verificar si hay manchas o arrugas. La lana puede ser llevada a la tintorería o lavada en seco.
– Para las arrugas planchar la tela, pero nunca directamente sobre la tela, siempre colocar un paño.
– A continuación almacenar de forma adecuada en posición horizontal y doblado correctamente (ver punto almacenaje) y a ser posible en un tatoushi, que es un envoltorio de papel específico para guardar kimonos y obis, que los protege de los insectos y la humedad.

Kimono de algodón (yukata)
– Es el kimono más fácil de usar y cuidar.
– Una vez usado puede ser lavado a mano o con la lavadora. Ver como lavar un yukata
– No es recomendable usar la secadora porque puede encoger el tejido.
– Una vez seco, planchar para eliminar todas las arrugas y doblar.
– Almacenar de forma horizontal, no es necesario usar tatoushi (Disponible en la tienda)

Obiage:
– Los obiage de seda (siempre que no destiñan) y sintéticos pueden ser lavados en agua fría con un detergente para prendas delicadas.

Obi:
– El obi se fabricó para no ser lavado, por lo tanto NO se puede lavar.
– Una vez usado se debe colgar para airearlo y después doblarlo correctamente y envolverlo en un tatoushi.
– Para quitar las manchas se pueden intentar eliminar con una gasa humedecida con jabón neutro, pero los colores y los bordados pueden verse afectados.
Almacenaje:
– Hay que doblar cada prenda de forma adecuada:
– Y colocarlas prendas en un taotushi, que es un papel especial con baja acidez. El ácido con el tiempo puede manchar irremediablemente las telas.
– En Japón se almacenan de forma horizontal dentro de unos armarios llamados tansu, hechos de madera paulonia o cedro. Un armario o un cajón pueden servir, pero hay que forrarlo de papel  con poca acidez.
– Algunas personas usan cajas de plástico, pero OJO, siempre deben tener agujeros para permitir respirar a las telas, sino cogerán humedad que el enemigo de la seda.
– Las polillas pueden ser muy peligrosas, de ahí la importancia del papel tatoushi para proteger las telas. También se puede usar naftalina pero procurando que no toque los tejidos.
– Para quitar el olor a antipolillas que suelen tener los kimonos usados se puede colocar un poco de lavanda dentro del armario, sin rozar las telas. En la época Heian, se quemaban inciensos para que la seda oliera bien.
Tansu

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