La festividad de setsubun ocurre cuatro veces al año, en realidad es el equinoccio en el calendario lunar. Este tipo de calendario era usado antiguamente en Japón pero hoy en día se rige habitualmente por el solar, aunque se conserva el de antaño para las fiestas tradicionales.
En esta ocasión acudimos a el templo Rozanji para ver uno de los tantos eventos celebrados ese día en Kyoto. Casualmente ese templo en su inicio fue la casa de la escritora Murasaki Shikibu. El ritual tenía como objetivo alejar la mala suerte del año y empezar con buen pie. Lo malo estaba representado por unos hombres vestidos de oni (demonio) simbolizando lo negativo.
Una de las historias cuenta que un monje estaba recitando sutras con sus alumnos, de repente, aparecieron tres onis: uno rojo, uno verde y uno negro. Su objetivo era el de interrumpir las prácticas de los devotos monjes, pero por mucho que intentaban distraerlos no podían. Los monjes, cansados de los oni les lanzaron semillas de soja para ahuyentarlos, parece ser que eso logró hacer desaparecer a las desagradables bestias. Otra versión de la historia.
En el templo se hizo una representación de esta historia y al final los monjes tiraron semillas de soja caramelizadas al público. La gente peleaba desesperadamente por conseguirlas. Si consigues una y te la comes logras vivir 7 años, yo pude hacerme con tres así que viviré 21 años más.
En el supermercado compré una bolsita de semillas de soja para hacer mi propio ritual en casa. Además de tirárselas a alguien disfrazado de oni también debes comer tantas semillas como años tengas.
Que bonita la historia, yo intentaré comer muchas para vivir muchos años